Argentina tendrá dentro poco a otro corredor en la categoría continental UCI. Se trata de Rodrigo Emanuel Mendieta quien llevara este año los colores del equipo Team WorldofBike.gr. Un equipo con licencia griega pero afincado en Bélgica. Tiene 32 años, nació en Adrogue -provincia de Buenos Aires- y es natural de Rafael Calzada.Rodrigo lleva 27 años dando pedales. A los 5 años, su padre ya le animaba a competir: "rápidamente comencé a competir en pista y circuitos, hasta los 21 años. Tenía ganados seis campeonatos argentinos de pista y dos panamericanos (kilómetro y 200 metros)", comentó el ciclista a Biciciclismo, quien en el 2000 compitió en Brasil.
En 2003, llegó su hora de viajar hacia el viejo continente. Cuando los argentinos suelen elegir España o Italia para buscar su futuro ciclista él se marchó a Holanda. Un viaje con ida y vuelta: "Volvia a Brasil dos veces al año para disputar dos campeonatos".
Los primeros tiempos europeos no fueron fáciles: "Llegué a Holanda y todo era muy diferente, no tenía mucho dinero ni ropa adecuada para el frío. Me quedé en casa de una familia brasileña cerca de Amsterdam. Gastaba 400 euros al mes entre alquiler y comida. Iba a los criteriums en tren pero la mayoría de veces iba en la bici. Era muy difícil pues a veces me perdía y llegaba a la carrera con 80 kilómetros en las piernas y tenía que competir 90 más y volver pedaleando de noche y con frío".
Confiaba en sus dotes ciclistas para dar la vuelta a esta situación: "En los criteriums hay muchos sprints por dinero, yo salía de casa pensando que por lo menos tenía que ganar un sprint y así poder tener el dinero de la comida para una semana más y en el siguiente criterium juntar para el alquiler pero era todo muy difícil. Tal vez iba al supermercado y me daban ganas de comprar cosas ricas pero no podía porque el dinero ya se me terminaba y sabía que esta era la "chance" de estar en Europa, no me quería volver para Sudamérica. Así fue durante casi un año".
Un año de sarificio constante hasta que en su camino se cruzó un hombre que cambiaría su vida de emigrante: "Conocí a un señor llamado Odwin Bink, conocido como el rey de los criteriums. Muy buena persona. Es más, hoy es mi mejor amigo. El me ayudó muchísimo; me llevaba a las competiciones, me incluyó en el equipo donde él estaba y donde competí dos años. Luego pasé a otro donde competí tres años más y en el 2008 y 2009 lo hice para Odwin quien tenía su propio equipo de criteriums, Odwin Fiets Reizen. Aquí es donde llegaron mis grandes victorias en criteriums".
Como casi todos los bonaerenses, formados en la pista, Mendieta tiene una buena punta de velocidad -en Brasil, lo apodaron como el Torpedo Argentino-. Esa rapidez no pasó desaparecida y le permite hoy tener por fin una plaza en un equipo UCI: "El fichaje por el WorldofBike llega a través de gente del equipo que ya me conocía de los criteriums en Holanda. Les doy las gracias por la oportunidad. Mi calendario será correr lo que ellos me indiquen. Tengo ganas de competir solo eso. Mis objetivos: hacer lo mejor para el equipo, llegar en una buena condición física y espero poder estar rápido en el pelotón".
Su comienzo no pudo celebrarse como debía en la Ster Van Zwolle ya que la UCI aún no lo registró como corredor del equipo griego, pero sus primeras pedaleadas frente a los profesionales están por llegar y a la hora de festejarlo no quiere olvidarse de sus seres queridos: "Todo esto parece un sueño lo estoy viviendo mucho. No quiero olvidarme de mi padre que está en Argentina. Agradecerle todo lo que hizo por mí, creo que fue muy importante en toda esta historia. Y también a mi mujer a la que conocí en 2004, es holandesa y tenemos nuestra hija de cinco meses que también es muy importante".
Los primeros tiempos europeos no fueron fáciles: "Llegué a Holanda y todo era muy diferente, no tenía mucho dinero ni ropa adecuada para el frío. Me quedé en casa de una familia brasileña cerca de Amsterdam. Gastaba 400 euros al mes entre alquiler y comida. Iba a los criteriums en tren pero la mayoría de veces iba en la bici. Era muy difícil pues a veces me perdía y llegaba a la carrera con 80 kilómetros en las piernas y tenía que competir 90 más y volver pedaleando de noche y con frío".
Confiaba en sus dotes ciclistas para dar la vuelta a esta situación: "En los criteriums hay muchos sprints por dinero, yo salía de casa pensando que por lo menos tenía que ganar un sprint y así poder tener el dinero de la comida para una semana más y en el siguiente criterium juntar para el alquiler pero era todo muy difícil. Tal vez iba al supermercado y me daban ganas de comprar cosas ricas pero no podía porque el dinero ya se me terminaba y sabía que esta era la "chance" de estar en Europa, no me quería volver para Sudamérica. Así fue durante casi un año".
Un año de sarificio constante hasta que en su camino se cruzó un hombre que cambiaría su vida de emigrante: "Conocí a un señor llamado Odwin Bink, conocido como el rey de los criteriums. Muy buena persona. Es más, hoy es mi mejor amigo. El me ayudó muchísimo; me llevaba a las competiciones, me incluyó en el equipo donde él estaba y donde competí dos años. Luego pasé a otro donde competí tres años más y en el 2008 y 2009 lo hice para Odwin quien tenía su propio equipo de criteriums, Odwin Fiets Reizen. Aquí es donde llegaron mis grandes victorias en criteriums".
Como casi todos los bonaerenses, formados en la pista, Mendieta tiene una buena punta de velocidad -en Brasil, lo apodaron como el Torpedo Argentino-. Esa rapidez no pasó desaparecida y le permite hoy tener por fin una plaza en un equipo UCI: "El fichaje por el WorldofBike llega a través de gente del equipo que ya me conocía de los criteriums en Holanda. Les doy las gracias por la oportunidad. Mi calendario será correr lo que ellos me indiquen. Tengo ganas de competir solo eso. Mis objetivos: hacer lo mejor para el equipo, llegar en una buena condición física y espero poder estar rápido en el pelotón".
Su comienzo no pudo celebrarse como debía en la Ster Van Zwolle ya que la UCI aún no lo registró como corredor del equipo griego, pero sus primeras pedaleadas frente a los profesionales están por llegar y a la hora de festejarlo no quiere olvidarse de sus seres queridos: "Todo esto parece un sueño lo estoy viviendo mucho. No quiero olvidarme de mi padre que está en Argentina. Agradecerle todo lo que hizo por mí, creo que fue muy importante en toda esta historia. Y también a mi mujer a la que conocí en 2004, es holandesa y tenemos nuestra hija de cinco meses que también es muy importante".
Fuente:
www.biciciclismo.com
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